domingo, 7 de noviembre de 2010

País con Gobierno Chatarra, Somos lo que comemos

Han pasado meses y años en los que distintas autoridades de gobierno han visto, estudiado y manoseado un proyecto de regulación para impedir que los mexicanos dejen de poseer el nada presumible orgullo de ser gordos, obesos y mal alimentados.
Es innegable que se ha vuelto "normal" ver personas (niños, jóvenes, adultos y ancianos) con una ostensible gordura que demuestra su precaria salud.
Desde el año pasado, las secretarías de Educación Publica y de Salud anunciaron con bombo y platillo que, finalmente, dejarían de venderse productos "chatarra" que son la base alimenticia de gran parte de la niñez mexicana.

Se anunció que, las raciones de papas, panes y todo tipo de harinas con saborizantes, los refrescos con altas cantidades de azúcar reducirían su tamaño y presentación.
Sin embargo, el Congreso de la Unión sigue discutiendo con una parsimonia y lentitud, digna de un Congreso obeso, el que se regule la venta de productos cuyo consumo, en los resultados, ha producido un auténtico y alarmante problema de salud pública: la obesidad.
Es de elemental sentido común el tomar en cuenta no sólo las estadísticas que han puesto a México en los primeros lugares de obesidad en el mundo, sino abrir los ojos, ir a las escuelas y observar la cantidad alarmante de niños, padres de familia y maestros afectados por la gordura.
Las autoridades de gobierno, lejos de atender el problema en su dimensión parecen insensibles, como si un médico al que se le muere el paciente, se dedicara a observar el comportamiento de sus órganos y no a atacar las causas que lo pueden llevar al panteón.
La noticia de la lentitud, decía que "nuevamente, la ley Antiobesidad encontró un escollo en su camino. Pese a que el Senado de la República la aprobó en lo general, regresó a comisiones algunos de los artículos más duros, como el que ordena la prohibición de la venta de alimentos y bebidas chatarra en escuelas.

Así, en unos minutos, cuando se aproximaba a aprobarse una reforma con más “dientes”, se decidió regresar los dos artículos a sólo dos comisiones, de Salud y de Estudios Legislativos, Segunda, a pesar de que el dictamen fue elaborado por cinco comisiones, las cuales están citadas para aprobar los artículos pendientes y regresarlos al pleno."
Total que los mexicanos podrán seguir consumiendo "chatarra", porque sus representantes se niegan, o no saben, que la responsabilidad de garantizar salud y educación, para todos, les toca a ellos.

Originalmente, las propuestas de reformas obligaban a las secretarías de Salud (SSA) y Educación (SEP) a instrumentar programas que prohíban la venta y distribución de comida chatarra en las escuelas del país.

"La Secretaría de Salud, en coordinación con la Secretaría de Educación Pública (…) formulará, propondrá y desarrollará programas de educación para la salud, que prohíban el expendio o distribución de alimentos y bebidas con alto contenido calórico y bajo contenido nutrimental, e impulsen la actividad física", establece el artículo 113 de la Ley General de Salud.
El Congreso de la Unión es parte de la estructura de gobierno, por lo que su lentitud, parsimonia o ineficacia no puede atribuirse a la administración panista del Presidente Calderón, sino a su propia mediocridad, falta de conciencia o irresponsabilidad.
Así se cumplirá esa frase de "somos lo que comemos: un gobierno, un país, chatarra".

No hay comentarios:

Publicar un comentario