lunes, 29 de noviembre de 2010

El espíritu decembrino y el Recrudecimiento de la guerra

Ya comenzó en el radio y la televisión el tilín-tilín de las campanas publicitarias navideñas, cargadas de deseos de paz, reconciliación, amor, bienestar... en fin una larga lista de empalagosos buenos deseos.

Esta bien que los centros comerciales ya luzcan los símbolos navideños con sus árboles de Navidad adornados casi todos con un gusto charro y un afán de que los mexicanos que conserven sus ingresos y el empleo, vayan a gastarlo para alimentar una sociedad de consumo ciega, voraz, insaciable e insensible.

La distribución de regalos ya comenzó, los spots de alegría, paz y tranquilidad ya inundan los espacios comerciales de radio y televisión.
Pero chocan con la dolorosa, amarga y penosa realidad de violencia que vive el país y que nadie mejor como el secretario de Gobernación, Francisco Blake Mora, acompañado y respaldado por sus colegas de la Defensa Nacional, Guillermo Galván Galván; de Marina, Francisco Saynez; de Seguridad Publica, Genaro García Luna; y el Procurador General de la República, Arturo Chávez Chávez.
Se reforzarán "con miles de efectivos" de las distintas fuerzas federales las operaciones en el noreste del país, con el objetivo de continuar desarticulando a las organizaciones criminales.
El gobierno federal, plantearon los jefes de la guerra contra el crimen organizado y el narcotráfico, no bajará la guardia ni dará tregua al crimen organizado que es el causante y "responsable único de la violencia" que vive el país.

"Esta lucha contra el crimen es ya una lucha del Estado por un México más próspero y mas justo".

Como oratoria, la declaración del titular de Gobernación se oye bonita, porque involucra dos pilares de la gobernabilidad: Legalidad y Progreso.

Solo que su planteamiento es muy limitado. A la paz y la tranquilad que esperan y exigen los 105 millones de mexicanos víctimas de la ola de violencia que produjo ya más de 30,000 muertos, se tendrían que integrar otros programas de gobierno que, como el de la seguridad, han fracasado.
Sin embargo el gobierno del presidente Calderón recibió el reconocimiento y el respaldo de dos personajes muy influyentes e importantes: el ex-presidente Carlos Salinas de Gortari, que califica al presidente como un valiente.
El otro es el representante del gobierno de los Estados Unidos, el embajador Carlos Pascual, quien avala la postura de que las autoridades no generaron la ola de violencia y que se trata de una pugna entre pandillas. No es un apoyo menor: los grupos políticos y empresariales salinistas y el gobierno de Estados Unidos respaldan al presidente Calderón.

En las últimas semanas se ha insistido en modificar la guerra contra el crimen organizado y el narcotráfico y el gobierno ha actuado: se anunció el reforzamiento con "miles de efectivos". Es decir, está todavía muy lejos en el tiempo y el espacio que haya paz, tranquilidad y armonía en el país. Los tambores de guerra resuenan junto al tilín-tilín de la publicidad y los mensajes decembrinos.

Con toda seguridad habrá muchos muertos de un lado y de otro, ojalá que los menos sean los civiles inocentes que, con toda seguridad, quisieran no estar en el lugar inadecuado en el momento equivocado.

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