domingo, 10 de octubre de 2010

Un Dilema Nuestro de Cada Sexenio

Es posible que el único presidente en funciones que evitó inmiscuirse en las campañas políticas de su partido (el PRI), fue Ernesto Zedillo Ponce de León.

Muchos afirman que su actitud y actuación fueron porque fue un "priista habilitado", tanto como Vicente Fox, su sucesor, lo fue del PAN.

La militancia priísta, como la panista con Fox, nunca vio a Zedillo como uno de los suyos.
Sin embargo, Fox no siguió el ejemplo respetuoso y ético de Zedillo. En su momento Fox se convirtió en jefe de campaña y promotor número uno de Felipe Calderón Hinojosa, no obstante no haber sido el candidato que él (y la señora Martha) querían.

Fox nunca se cuestionó la disyuntiva de ser jefe de la campaña de Calderón o Jefe de Estado. Eligió lo primero y encabezó, ahí sí apoyado por la estructura oligárquica nacional, la campaña y la guerra sucia, que culminó con el triunfo panista con un margen tan reducido que no le ha devuelto el sueño.

Hoy el presidente Calderón parece haber tomado ya la decisión de encabezar la estrategia y las acciones para lograr que el candidato o la candidata del PAN, en caso que fuera mujer, a la Presidencia de la República logren el sueño calderonista de entregar la banda tricolor a un correligionario y no a un priísta o perredista, como se teme o se advierte ya en distintos círculos políticos, económicos y sociales.

Por lo pronto, el presidente Calderón tiene enfrente la elección del dirigente de su partido, para lo cual no escatimará inteligencia y trabajo para que resulte alguien digno de su confianza y la del equipo o círculo que lo rodea.

La opinión y la acción de su esposa y la de la familia de ella resultan fundamentales, ya que se les reconoce militancia, compromiso y talento.

Otra de las tareas que ya comenzó el Presidente es impedir que Andrés Manuel López Obrador recupere ningún espacio. Quizá el Jefe del Ejecutivo cuenta con que la mayoría de los medios electrónicos e impresos de comunicación, están de su lado y no desperdiciarán la oportunidad, como él mismo, de afirmar que AMLO sigue siendo un peligro para México.
Seguramente ya los asesores presidenciales advirtieron a su jefe y líder político del error en que cayó su antecesor, Fox, que con sus intentos por anular al perredista terminó siendo su principal promotor.

AMLO es un político que ha aprendido y no repetirá los errores que facilitaron su derrota en el 2006. Por ejemplo, ahora Calderón abrió el escenario para debatir con él y el perredista agarró el guante.

Hoy AMLO no tiene medios "escogidos", sino que está listo para atender cualquier invitación que se le extienda. Ha ido, sin duda, de menos a más. Ha recorrido miles de aldeas, comunidades, pueblos y ciudades atendiendo a los medios locales.
Ahora espera la avalancha de los medios nacionales que se le irán encima, pero ahora el no se peleará con ellos. Aprendió en las duras, incluso dicen algunos simpatizantes.

Sin duda AMLO tendrá un papel activo y muy protagónico en las elecciones del 2012.
En los distintos partidos políticos hubo beneplácito ahora que el presidente Calderón decidió encabezar la embestida contra AMLO, porque eso lo distraerá de su acción eficaz como jefe de gobierno y abandonará la oportunidad de ser reconocido como jefe de Estado.
Falta mucho para julio de 2012 cuando serán las elecciones presidenciales, pero ya hay quienes aseguran que esa fecha es la única que ya preocupa al actual gobierno.

Históricamente ha sido, para el Presidente de la República en turno un dilema muy difícil y serio por resolver: jefe de Estado o de campaña. Seguramente, el presidente Calderón hace ya tiempo que tomó la decisión y ha trabajado en consecuencia.

Solo el presidente Zedillo se atrevió a dar el paso y cumplió su oferta: no metió las manos en el PRI, el PAN, con Fox ganó las elecciones y EZ paso a la historia como estadista, aunque algunos miembros de su partido lo quieren seguir viendo como traidor, lo que no le ha quitado el sueño.
Fox decía que en las democracias avanzadas el jef

de Gobierno es activista de su partido. Es posible que el presidente Calderón lo asuma así.

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