domingo, 31 de octubre de 2010

Con los mismos vicios, el resultado es idéntico

A 21 meses de las elecciones presidenciales del 2012 precandidatos visibles e invisibles están

Hay aficionados a la psicología quienes aseguran que, el ser humano, cambia su comportamiento casi siempre a peor.

Por supuesto, esta hipótesis es una exageración y una generalización equivocada, pero que explica muy bien lo que le ocurre a México.

Por lo menos son dos generaciones de mexicanos que han vivido inmersos en la crisis económica y la descomposición política y social. Se difundió que el PRI con la "dictadura perfecta" fue el culpable. Pero hace diez años que ese partido dejó el mando federal y la esperanza se ha vuelto, otra vez, desilusión.

Los jóvenes menores de 30 años han sido testigos de que el cambio del poder político del PRI al PAN, lejos de mejorar sus condiciones de vida, sus oportunidades, van para peor.
Hemos pasado de la desilusión a la vergüenza.

Ahora resulta que en las estadísticas mundiales somos mas corruptos, incompetentes e inviables.
La nota dice:
”México obtuvo su peor calificación de los últimos 10 años en el índice de Percepción de la Corrupción (IPC).

Fue calificado con 3.1, en una escala donde 10 es la máxima. En la lista de las 178 naciones estudiadas, México pasó del puesto 89 al 98.

El IPC, realizado anualmente por la organización Transparencia Internacional (TI), da cuenta de que los mejores países en transparencia fueron Dinamarca, Nueva Zelanda y Singapur, que comparten el primer lugar con una puntuación de 9.3, mientras que el último lugar lo ocupa Somalia, con 1.1.

En Latinoamérica, el país mejor colocado fue Chile, con una calificación de 7.2; los peores evaluados fueron Venezuela, con 2, seguido de Haití y Paraguay, con 2.2 en ambos casos. Perú, Colombia, Guatemala, El Salvador, Panamá, Uruguay, Puerto Rico, Brasil, Cuba, República Dominicana, Jamaica y Costa Rica obtuvieron mejores calificaciones que México en el estudio.
Y siguen los temas de desigualdad, injusticia, distribución del ingreso, cobertura de mínimos de salud, educación y bienestar.

No haría falta repasar todos esos números de estadísticas para saber y sentir el nivel en el que estamos.

El diputado petista, Fernández Noroña, se lanza con calificativos y acusaciones personales contra el presidente Calderón y algunos de sus más cercanos amigos y colaboradores.
El presidente, a su vez, se lanza contra su antecesor, Vicente Fox, quien podría contestar que, si el mismo, no se hubiera ensuciado las manos y operado, desde la Presidencia de la República misma, la campaña panista junto a empresarios, jefes religiosos y oligarcas estatales, hoy Calderón no seria el Jefe del Ejecutivo.

O sea, el mismo país de siempre, donde se espera el milagro de hacer lo mismo, repetir las mismas conductas y tener resultados diferentes. Pero eso, no se ha podido, ni se podrá.

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