jueves, 28 de octubre de 2010

Educación y Presupuesto 2011

¿Verdaderamente nos encontramos en la dirección correcta para transformar el sistema educativo? Si la respuesta es afirmativa, entonces se requiere apretar el paso porque de mantener el ritmo que llevamos tardaremos -según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)- de 30 a 50 años para cristalizar una reforma educativa integral que mejorar la calidad de la educación en el país.

De hecho, se puede llegar a ese fin estratégico en menos años. Pero para atender un sistema educativo masivo, como el mexicano, para dar un salto de calidad y tecnológico, necesariamente se requiere de una intervención coordinada de las distintas instancias que hoy inciden en el sistema educativo.

No se concretará a través de una propuesta centralista exclusivamente, porque el país ya no está centralizado. De hecho, se requiere de un plan de obra hacia delante; se requiere saber hacia dónde; se requiere saber qué se necesita invertir durante el presente y los siguientes años. ¿Quiénes tienen que participar en esta transformación? El gobierno Federal, los gobiernos estatales y quienes forman el componente sustancial del proceso educativo, como son los maestros, además de los actores de la sociedad civil genuinamente interesados en participar

Es un proceso, como bien lo ha reconocido el magisterio, de transformación y consensos entre los actores del sistema educativo, porque de lo contrario sería como pasar de la “A a la Z” saltándose todo el abecedario.

LA EDUCACIÓN EN LA ERA DE LA TECNOLOGÍA

El punto de partida para el contexto en que nos encontramos --dentro de un proceso muy amplio de transformación tecnológica que ha impactado en la creación y en la difusión del conocimiento en los últimos diez años--, no hace más que evidenciar el agotamiento de un sistema educativo que operó –y lo hizo de manera efectiva- durante el siglo recién concluido.

La calidad de la educación de un país es crucial para superar los desafíos que implican la competitividad global y el cambio demográfico de nuestra población eminentemente joven. También lo es para revertir el desempleo, la exclusión social y abatir aquellos elementos que generan índices de desarrollo muy bajos en comparación del resto de la población, como sucede con las comunidades indígenas (38% padece pobreza alimentaria; 46% no ha concluido la primaria y la mitad de los hogares de este grupo gastan 30% de sus ingresos en salud, según datos del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo).

Hoy en día la tasa de desempleo disminuye según se incrementa el nivel educativo. Los ciudadanos que únicamente poseen la educación básica han registrado un mayor impacto por el fenómeno del desempleo, o bien, forman parte del núcleo de jóvenes mal remunerados laboralmente.

MÉXICO, A LA ZAGA EN INVERSIÓN EDUCATIVA BÁSICA
Según la OCDE, México posee uno de los menores porcentajes de gasto anual en instituciones de educativas por alumno para todos los servicios en relación al Producto Interno Bruto (PIB) por habitante en educación básica. A ello se suman las escuelas con deficiencias en infraestructura escolar (AZ Noviembre/2009). Ello sin tomar en cuenta la esperanza de vida educativa para los alumnos que transitan de la primaria a la secundaria y de este grado a la educación media superior.


Cómo transformar nuestro sistema educativo para alcanzar el Siglo XXI, nos preguntamos. Una primera respuesta, entre muchas, es educar en inglés, integrar plenamente la tecnología al proceso educativo, elevar el desempeño de los maestros, tener estándares de calidad a nivel internacional, etc. Pero, en esa tesitura, es desalentador que el planteamiento global del gobierno federal para el presupuesto 2011 haya disminuido una décima de punto, al pasar de 3.8 por ciento a 3.7 por ciento.

LOS MAESTROS COMO ACTORES CENTRALES

Para mejorar la educación en México, es imprescindible la participación activa de los maestros, tanto como objeto como sujeto de los cambios en cada uno de los eslabones del proceso educativo. Se tiene que invertir, insistimos, en la capacitación y formación de los actuales maestros, así como en la formación de los que aspiran a convertirse en docentes y estudian en las escuelas normales y en las universidades públicas y privadas del país.

En la medida en que el actual entorno cultural, laboral y tecnológico es profundamente distinto al que sirvió de base a la conformación del sistema educativo moderno -en el tercer cuarto del siglo XX-, la reforma estructural que se requiere para elevar la calidad educativa es enorme y, como se gusta decir ahora, multifactorial.

ALREDEDOR DEL PAÍS

BECAS.- El Sistema Nacional de Investigadores (SNI), del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), ejercerá un incremento real de 5.1 por ciento a sus recursos, de acuerdo con el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2011, al pasar de 2 mil 403 millones de pesos a 2 mil 627 millones. Cinco programas del consejo, orientados a la descentralización de actividades científicas y tecnológicas, así como al desarrollo de nuevos proyectos, sufrirán recortes que van de 6.8 a 58.2. Nuevamente la toma de decisión definitiva está en manos del legislativo.

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