domingo, 5 de diciembre de 2010

Necesitamos una Televisora Promotora de la riqueza y la seguridad

Lo que hablamos es lo que promovemos.

Si hablamos de la riqueza es lo que promovemos.

Si hablamos de la pobreza es lo que promovemos.

Es válido hablar de la pobreza, pero como un problema a desaparecer.

No es válido solo describir la pobreza, es indispensable plantear a los pobres el reto de acceder a la riqueza.

Es necesario hablar de la causa de la pobreza y esta está en la ausencia de una educación de calidad.

Una educación de calidad está obligada a abrir los horizontes, a crear habilidades más que trasmitir información, generar un profundo despertar, enseñar a soñar en las realidades futuras, a despojarse de todos los lazos que nos atan al pasado y muchas otras cosas más.

Una televisora promotora de la riqueza está obligada a difundir las ideas generadoras del bienestar social.

México tiene todos los recursos que son susceptibles de ser aprovechados para generar la riqueza.

Hay estados que tienen menos recursos naturales, pero tienen una población, su principal recurso son ellos mismos, hay que dotarlos de habilidades para que puedan generar ideas, esta es la principal fuente de riqueza.

Una acción de la televisión que promueve la riqueza está obligada a impulsar desde todos los espacios posibles una educación de calidad. Está obligada a darle seguimiento a todas las iniciativas en vayan encaminadas en este sentido.

Sería bueno que se contemplara lo que se hace en las diferentes partes del mundo en materia educativa para hacerlo nosotros.

Sería deseable que a través de la pantalla chica se difundieran las miles de historias de fracasos que se concierten en experiencias exitosas.

Singapur y Corea del sur, solo tienen tres recursos naturales, pero le han apostado a la creación de habilidades de su gente y con ello son dos grandes potencias en Asia.

La clave está en una educación de calidad.

Lo mismo sucede con el problema de la inseguridad.

Prácticamente todos los medios de comunicación le dan toda la cubertura a los actos delictivos de las ciudades más violentas del país.

Los medios de comunicación se han convertido unas veces en los voceros del crimen organizado y otras veces en los voceros de los políticos.

Pareciera que los medios no tienen una mirada propia.

Confunden con mucha facilidad la labor periodística con la policiaca.

Son tareas muy distintas, aunque no contrarias.

La función de los policías es la de investigar a quienes cometen los delitos y apresarlos para que no sigan delinquiendo.

Muchos periodistas se adjudican atributos de jueces, fiscales y ministerios públicos.

Si los jueces, que teniendo todos los elementos para juzgar a un delincuente, suelen equivocarse, con mucha mayor razón un periodista que suele tener información limitada.

Varios medios de comunicación tienen el mal gusto de contar los muertos de cada día, como si esa fuera su función.

La función del periodista es la de promover el entendimiento entre gobernantes y gobernados.

Debería ser la de articular los esfuerzos entre los unos y los otros para crear la riqueza entre todos y para todos.

La labor del periodista debiera ser, en cuestiones de inseguridad, investigar las causas de la delincuencia, los periodistas debieran tener el tiempo y la capacidad para encontrar las causas verdaderas que dan origen a la delincuencia.

Se nos ha informado que entre los criminales predominan los jóvenes, se dice que hay un niño de 12 años que es todo un sicario que se especializa en degollar a sus víctimas y cortar sus genitales.

Una labor periodística debería ser la de investigar en donde estuvieron los padres de este niño sicario, cual fue el proceso de formación, cual es la formación que se da a este tipo de jóvenes que terminan siendo unos sicarios.



Si realmente se investigara a fondo, tendría que entrevistar a los especialistas de la conducta social, a los antropólogos, a los sociólogos, a las trabajadoras sociales, a los psicólogos y a todos los especialistas que están en posibilidades de aportar algo que sirva a los funcionarios públicos para establecer las medidas efectivas para prevenir las conductas antisociales.

Por supuesto que este tipo de periodismo implica un cambio de fondo en los actuales contenidos de los medios de comunicación.

Los actuales contenidos deprimen, aterrorizan y paralizan a la sociedad.

En los medios abunda información acerca del México que no queremos.

Necesitamos que haya abundancia de ideas sobre el México que si queremos.

El presidente Felipe Calderón está enfrascado en una guerra que le compete al aparato de justicia, el primer mandatario debiera estar encabezando la lucha por el diseño del México que si queremos.

¿Cómo deben funcionar las principales instituciones que tienen que ver con la construcción de un México próspero? ¿Cómo corregir los vicios que estamos arrastrando de siglos atrás? ¿Cómo generar la participación de todos los ciudadanos para crear el México que queremos?

Estas debieran ser las actividades del presidente.

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