martes, 7 de diciembre de 2010

Índice Político

Genaro García Luna niega discursivamente la existencia de "narcoinsurgencia". Sin embargo, pone en práctica estrategias de contrainsurgencia, como son las "aldeas estratégicas", que ya fracasaron en Vietnam...



CIUDAD JUÁREZ, NUESTRO VIETNAM



LA ALERTA ES lanzada por don Emilio Treviño: “Para su inútil y criminal guerra legitimadora, el gobierno (sic) de Calderón aplica mecanismos hitlerianos de control social en Ciudad Juárez, mediante ‘censos’ policiaco-militares, para listar habitantes en colonias de esa metrópoli.

“El concepto es similar a las ‘aldeas estratégicas’ de la guerra criminal de Vietnam.

“Si dejamos de organizarnos, el fascismo panista vencerá en México. Por desgracia, somos una sociedad tan primitiva (en todos los estratos), que asistiremos apáticos (si no es que con gusto) a este nuevo atropello, que pronto se generalizará en todo el país.

“¡Imagínense! Los datos de tu familia en poder de la policía, que es uno de los grupos criminales que componen el Estado mexicano…”.

La experiencia vietnamita apunta que una aldea estratégica, no sólo mantiene censados y, por ende, controlados a sus habitantes. También vigila sus entradas y salidas. Y los hace “beneficiarios” de labores asistencialistas encargadas a las milicias.

En el caso de Ciudad Juárez, empero, no es el Ejército Nacional el encargado de lo que ahí se denomina “zona segura”. Peor todavía, la encargada de levantar los censos y de controlar a los habitantes es la nada prestigiada Policía Federal, dependiente de Genaro García Luna.

Con esta estrategia de contrainsurgencia, además, la fallida Administración da por válida la afirmación estadounidense de que en nuestro territorio hay “insurgentes”.

La información respectiva apareció hace unos días, el 12 de noviembre, en el diario capitalino Excélsior. Un reporte de Carlos Coria fechado en Chihuahua, la capital del estado del mismo nombre, da cuenta de que “elementos de la Policía Federal recorren las regiones más peligrosas de Ciudad Juárez, donde aplican un censo para obtener datos de sus habitantes. El objetivo: crear ‘zonas seguras’.

“La estrategia busca generar ‘islas’ de seguridad, es decir, colonias y vialidades que serán patrulladas las 24 horas del día y donde las fuerzas federales estarán en contacto permanente con los ciudadanos. El rastreo de datos personales, que ha causado desconfianza entre los juarenses, pretende ubicar a los residentes y cerrar el paso a los delincuentes.

“El cuestionario se aplica en el sector Delicias, al surponiente de Ciudad Juárez, que es uno de los más conflictivos y violentos. Ahí están asentadas las colonias Villas de Salvárcar, Horizontes del Sur y Frida Kahlo, donde han ocurrido las peores matanzas de civiles a manos del crimen organizado.”

Y efectivamente, no sin resistencias por parte de la ciudadanía que consideran lesionada su privacidad, son decenas los elementos de la Policía Federal los que recorren las calles aplicando un censo.

Cuadrillas de elementos de la Policía Federal recorren desde la semana pasada colonias del surponiente de Ciudad Juárez, donde aplican un censo para obtener datos de sus habitantes y crear una “zona segura”.

Las preguntas básicas son sobre asuntos generales de los habitantes de las viviendas: fecha y lugar de nacimiento; cuántas personas habitan el domicilio y los oficios o empleo que realizan los moradores; sus ingresos, datos sobre seguridad social, vehículos y qué calidad de moradores se encuentran en el domicilio; si es de su propiedad, rentan o están pagando alguna hipoteca o crédito.

El malestar es obvio. No sólo a los censados molestan las preguntas. También los policías muestran inconformidad por la tarea encomendada.

¿Qué sigue tras el censo?

¿El traslado de “los buenos” a una de esas “islas”?

¿Dejar a “los malos” en las zonas que se consideren peligrosas?

En Vietnam, las aldeas estratégicas fracasaron.

Hubo muchas razones para ello. Para empezar, la mayoría de los campesinos sudvietnamitas estaban profundamente ligados a sus aldeas, así que cualquier intento de trasladarlos a otra por la fuerza fue lamentable. Además, Nhu, el hermano del presidente Diem, creador del plan, mostró más interés en las estadísticas que en los “corazones y mentes”: cuando anunció en septiembre de 1962 que 4 millones 322 mil 034 personas (el 33.9 % de la población) estaban ya asentados en aldeas estratégicas, ignoró el hecho de que muchos de los nuevos emplazamientos estaban mal construidos y que la gente había sido trasladada tan rápidamente que las células del Vietcong que ya estaban introducidas fueron trasladadas con ellos. Finalmente, la corrupción endémica del gobierno del Sur implicó que gran parte del dinero previsto para trabajos de regadíos, semillas, fertilizantes y cuidados médicos desapareciera en las manos de los oficiales locales…

Igual puede suceder aquí, ya que para nadie es desconocido que la corrupción campea. Aún al seno de la Policía Federal, ¿o no?





Índice Flamígero: El Estado fallido ya se expresó en Ciudad Mier, Tamaulipas, población fronteriza de Tamaulipas con Texas. Quienes cuentan con recursos huyeron a los Estados Unidos, pero las familias de escasos recursos fueron instaladas en albergues, ante la falta de auxilio del Gobierno de Tamaulipas y de las autoridades federales, entretenidas en preparar discursos. Son los desplazados por la “guerra” al narcotráfico de Felipe Calderón.

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