domingo, 9 de enero de 2011

López Obrador gana el Estado de México al PRD


La lucha por la candidatura a la Presidencia de la República en su etapa definitiva arranca en el Estado de México. 

Aunque Alejandro Encinas pierda las elecciones frente al que sea el candidato del PRI, habrá hecho el gran servicio de facilitar la candidatura presidencial a su jefe y líder, Andrés Manuel López Obrador, quien ya demostró que puede contra Marcelo Ebrard y también contra "los chuchos".

El equipo del precandidato presidencial priista, Enrique Peña Nieto, está preocupado no porque Encinas vaya a hacerse con el triunfo, sino por la posibilidad que tendrá de sembrar votos para que, en poco más de un año, los coseche López Obrador.

Todo empezó con la decisión del hidalguense Alejandro Encinas de buscar la candidatura por el Partido de la Revolución Democrática para el Edomex. La intención fue apoyada de inmediato por las dirigencias nacionales del Partido del Trabajo y de Convergencia y por los mismísimos Marcelo Ebrard, jefe de Gobierno en la Ciudad de México y por López Obrador.
Para calmar las calenturas, tuvieron que intervenir Jesús Ortega Martínez y Luis Sánchez, dirigentes nacional y del Estado de México, respectivamente. 

Dejaron claro que no hay un acuerdo unánime para que Encinas sea su candidato y que deberá someterse al proceso de selección. Y en medio del festejo de la llamada izquierda mexicana Ortega propuso que la definición del próximo abanderado perredista al gobierno mexiquense sea a través de una consulta ciudadana o plebiscito a realizarse en febrero. Argumentó que la designación del candidato para el Estado de México "no debe ser dedazo de Andrés Manuel, ni de Marcelo". Dijo que aparte de que el candidato será escogido mediante un plebiscito, " también será puesto a consulta una gran alianza", incluso reveló que ha tenido conversaciones con su homólogo en el PAN.
Claro, no omitió señalar que a las izquierdas unidas no hay quién las pueda vencer.
Quien no regateo elogios para Alejandro Encinas fue Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, lo hizo firmar en una comunidad muy cercana al santuario de Chalma, 10 compromisos con su movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Desde un principio, Encinas rechazó tajantemente la posibilidad de una alianza entre los tres partidos de izquierda con el PAN. "No comparto las alianzas con Acción Nacional ", aclaró. Manifestó que su única condición para ser abanderado perredista sería no coaligarse con los albiazules. Pese a esa postura, que parece tajante, el senador panista Ulises Ramírez señaló que 'sería un honor' competir en una elección interna con Encinas, pues ello posicionaría aún más una eventual alianza entre ambos partidos en el Estado de México.

Dijo que la presencia del ex jefe de Gobierno capitalino como candidato del PRD detonaría en una actividad política mucho más intensa, aunque "no por madrugar amanece más temprano". Ramírez Núñez dejó ver sus armas, al advertir que el perredista deberá acreditar primero su residencia efectiva de cinco años en el Estado de México para poder competir; "esperemos que eso también se resuelva y se ponga claro".

Pero más tardó Encinas en anunciar sus propósitos de año nuevo, que en alborotarse la gallera en la fracción perredista en la Cámara de Diputados de la que, por cierto, es coordinador. Jesús Zambrano, el vicecoordinador, tuvo que pedir a su grupo parlamentario "serenar los ánimos" y, en vez de buscar quien sería el relevo de Encinas, "concentrarnos en la preparación del trabajo legislativo inmediato". 

Con el lenguaje propio de la ortodoxia política, Zambrano dijo: "a los diputados perredistas que han manifestado su inquietud sobre si un servidor relevará a Encinas, como coordinador del grupo, les hago saber respetuosamente que estoy trabajando arduamente para que la Coalición Guerrero nos Une triunfe con el candidato Ángel Aguirre Rivero, el 30 de enero". 
Zambrano fijó sus tiempos para después del 30 de enero, "si nuestro coordinador (Encinas) obtiene la candidatura". Es evidente que en política el tema de hoy es el proceso electoral en el Estado de México. Todo parece pasar por ahí, incluida la elección presidencial del 2012.
Si Ángel Heladio Aguirre obtiene la gubernatura de Guerrero frente al priista Manuel Añorve, López Obrador habrá hecho "un cochinito" de votos que, junto a los que le junte Encinas podrían serle útiles el año que entra.

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