lunes, 10 de enero de 2011

"Acuerpar" Al "Caballo Negro "

De los posibles candidatos para disputar la Presidencia de la República en el 2011, sin duda Ernesto Cordero, el secretario de Hacienda, está al final, muy atrás de Enrique Peña Nieto y Manlio Fabio Beltrones, del PRI; de Andrés Manuel López Obrador y de Marcelo Ebrard por el PRD o la izquierda de centro.

En pocas ocasiones, los ajustes o cambios de funcionarios públicos, son explicados por su verdadera causa, la ineficacia o el desgaste de los funcionarios. Lo habitual es que se argumente fortalecimiento o reafirmación de objetivos y estrategia.

Ningún gobernante acepta que su meta es electoral porque eso es políticamente incorrecto.
El gobierno actual ha promovido muchos y variados cambios de funcionarios y, salvo el provocado por la muerte del ex secretario de Gobernación y amigo del licenciado Felipe Calderón, prácticamente todos han tenido objetivos electorales.
Los últimos, no son la excepción.

Roberto Gil Zuarth, el flamante secretario particular del presidente dejó la diputación para ir a Gobernación, de ahí a la precandidatura a la presidencia del PAN y luego a su cargo actual, para suplir a Luis Felipe Bravo Mena, que dijo se dedicará a actividades personales, tales como asesoría política, aunque ya se le candidatea como aspirante panista a la gubernatura del Estado de México.

La secretaria de Energía, Georgina Kessel, fue designada nueva directora de Banobras en un cambio que tardo por lo menos 3 años.

José Antonio Meade la sustituye con lo que se dará prioridad al proyecto financiero del sector.
Dionisio Pérez Jácome, el subsecretario de Hacienda, es ya secretario de Comunicaciones y Transportes, que ocupaba Juan Molinar Horcasitas, quien a pesar de sentir que el país y el gobierno no lo merecen, es un lastre desde antes de ser promovido a secretario.
Molinar regresa a actividades político-electorales al PAN.

La mayoría de los politólogos y comentaristas ven en estos cambios el claro propósito de que los financieros del gobierno asuman las posiciones estratégicas para unificar criterios (obviamente políticos, no de finanzas) y pavimentar el terreno a Ernesto Cordero o a quien garantice la continuación del proyecto panista-calderonista.

Si hoy se hiciera una encuesta entre los jerarcas panistas, seguramente ya tienen claro que el ánimo del líder está en favor de los financieros, no de los cargados del lado de la política-política que pueden terminar sumados y también sumidos.

O sea, desde ahora ya está identificado y acuerpado el "caballo negro", a quien muchos ven "verde".

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