domingo, 16 de enero de 2011

Aprendió el PRI a ser oposición

Muchos dirán que se tardó, que le costó mucho trabajo reconocerse oposición, pero hoy el Partido Revolucionario Institucional, con el coahuilense Humberto Moreira enfilado a su cabeza, puede decirse que asumió su papel de oposición.

Desde que el PRI perdió la Presidencia de la República en el 2000, es común escuchar que tanto vivió como gobierno, que cuando lo perdió andaba como ánima en pena, sin rumbo ni destino.

Primero como minoría en el Congreso de la Unión, y después ya recuperado en una veintena de estados y una posición de hecho mayoritaria en el poder Legislativo, el PRI ha recuperado posicionamiento en todo el país, sin embargo, su nuevo discurso parece que va para atrás.

De la buena forma, parsimoniosa, comedida, ampulosa que tiene la dirigente Beatriz Paredes, el PRI adoptará las de un "bárbaro del norte", el ex gobernador coahuilense Humberto Moreira.

Para muchos, sin embargo, esto les parece más un riesgo que una ventaja. El riesgo implica en que, tardado y todo, pero ya aprendió a ser la oposición del gobierno y ese puede ser su destino si el papel le sale tan bien. La ventaja consiste en que con el tono bravucón, muy echado pa'delante de Moreira, puede establecer una empatía con el pueblo rudo.

Es un albur que sólo el tiempo dirá si resultó acertado o mantendrá al PRI en la oposición.

Son cada vez más quienes ya comparan a Moreira con los ex líderes panistas Germán Martínez o César Nava, que en cuanto fueron nombrados presidentes del Partido Acción Nacional, se erigieron como "fajadores" en contra de los partidos y los políticos de la oposición.

Igualito comportamiento, dicen, han tenido los dos ya ex presidentes panistas y el futuro presidente priista.

Las notas periodísticas narraron ayer que Humberto Moreira, dirigente nacional electo del PRI, acusó a los panistas de cínicos y hasta de carecer de hombría para reconocer los errores que han cometido en los 10 años que llevan en el Gobierno federal.
"El País se quedó en manos de gentes inexpertas, pero que son expertas en el engaño y en la mentira. Cínicos es la palabra, porque han sido incapaces de pararse y reconocer que han fracasado. No sólo les falta talento, sino que no son capaces de reconocer que el país se les está yendo de las manos", criticó. "No tienen la capacidad ni la hombría de reconocer que han cometido estos desaciertos".

- "¡uuuuleros!", se escuchó un grito, en la comida que ofrecieron cientos de mujeres al futuro presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI (CEN). "También", acotó el gobernador de Coahuila con licencia, lo que provocó el aplauso y las carcajadas de los presentes.
Pero al paso de las horas y de los días, el lenguaje se endurece, se vulgariza.

Expresiones como "son unos montoneros"... "para todos tengo".... "ninis, ni saben ni pueden", son las frases que hoy se escuchan, en vez de las que inmortalizaron y se grabaron en bronce o en mármol y que eternizan, de alguna forma, a quienes las expresaron en su momento.
Es el principio del camino hacia el 2012 y la elección por la Presidencia de la República. Del lenguaje agresivo y procaz se pasará a los hechos, porque el único objetivo es el poder por el poder. Ni modo.

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