!Eso quiere México!

Ayer, convocado por mi amigo el diputado local por el Distrito XXXV, ERNESTO NEMER ALVAREZ, asistí a testimoniar –junto con varios de miles de ciudadanos más- su 1er Informe de labores legislativas y de gestión.

Así conocimos sobre su firmeza para estar en permanente cercanía con los mexiquenses en todo el ámbito estatal, de su disposición por atender las exigencias ciudadanas, de su compromiso de legislar –entre otros- por una mejor educación, y de su empeño por fortalecer la política social.
En seguida, frente al titular del Poder Ejecutivo, ENRIQUE PEÑA NIETO, así como a sus numerosos y señalados invitados, el Presidente de la Junta de Coordinación Política de la LVII Legislatura, ERNESTO NEMER, en su mensaje político hizo referencia al desorden, parálisis y el creciente deterioro de la calidad de vida, a las cuales nos han conducido los dos últimos gobiernos panistas.

De igual manera advirtió sobre las arteras formas violentas que se han suscitado en el país donde se cuentan más de 30,000 asesinatos, cientos de secuestros, y miles de extorsiones; el abuso de conductas nocivas que se sustentan en el narcotráfico y el tráfico de armas, así como de la corrupción, que conducen al temor en el que vivimos los mexicanos, creando todo esto una grave incertidumbre social. Lo anterior, por la manifiesta incapacidad que, en estos más de cuatro años, el gobierno federal ha mostrado para la construcción institucional.

Finalmente, enfatizó, sobre la necesidad urgente de renacer la esperanza de la sociedad, ya que ¡Eso quiere México!
Efectivamente, referente a esto debemos señalar que todos los pueblos han tenido que alternar sus momentos luminosos con aquellos de penumbra.

En ocasiones se deposita y se enaltece en las manos de los gigantes mientras que, en otras, se refugia y se asila en las manitas de los enanos.

Desafortunadamente, hoy, en este pasaje oscuro de nuestra historia, hay elementos para afirmar que estamos siendo gobernados por los peores, los más ineptos, los más corruptos y los más ignorantes.

Mantenemos una baja calidad de nuestra política, y un insuficiente desarrollo de la democracia, acompañada por el debilitamiento de la República; lo cual genera una atmosfera que invoca fantasmas del autoritarismo, sobre todo, porque al frente de la nación existe la ausencia de un liderazgo político decidido y capaz.

A pesar de ello, podemos afirmar que el Estado mexicano no ha fracasado aún, pero posee el potencial de convertirse en un “Estado fallido” al no poder cumplir su función primaria de mantener la paz.

Frente a todo esto, los mexicanos debemos edificar y fortalecer el nuevo régimen político que necesita la democracia: una nueva mayoría construida en torno a un nuevo pacto de poder que tenga la inclusión social como propósito central, la participación ciudadana e igualmente el orden como vía de desarrollo, y el combate a la impunidad como su posibilidad.