domingo, 23 de enero de 2011

Esa Corrupción


Ningún otro dicho describe a la corrupción galopante, que nos agobia como nunca antes, como ese que dice: “Con dinero baila el perro”.

Pobre del animalito que se le ha considerado “el mejor amigo del hombre”, sin embargo en honor a la sustancia de la frase, la misma no va dirigida al noble animal, sino a su amo, o sea, “al peor enemigo del perro”.

Cuando incipiente reportero -aunque en este oficio o profesión siempre se es incipiente reportero, ya que todos los días en todos los momentos algo tenemos que aprender-, fuimos protagonistas de una anécdota que el tema del comentario nos hizo recordar.

Para hacer precisos, cuando nos iniciábamos en lo difíciles pero apasionantes caminos del periodismo, en la fuente de policía, escuela por excelencia de todo reportero, en una ocasión nos encerramos en la antigua Penitenciaría del Distrito Federal, más conocida como Palacio Negro de Lecumberri”. Hoy convertida en el Archivo General de la Nación.

Nos aprovechamos de un antiguo compañero de primaria que había sido confinado en ese reclusorio por un robo menor de dos o tres rasuradoras de peluquero, el verdadero culpable jamás fue enjuiciado.

Aprovechamos el día de la visita a los internos, con la complicidad del amigo y otros compañeros de celda, me escondieron y otro entregó la boleta de visitante.

¿Qué vimos y qué observamos?, lo que antes me había platicado la mamá de mi amigo en desgracia: apenas empezaba a anochecer cuando descaradamente internos con canasto al brazo ofrecían carrujos de marihuana con el grito continuó de “tú que te las truenas...”.

Además me enseñaron su “fábrica de pulque”. En los registros del desagüe ponían a fermentar la papa del que salía un brebaje con el que se emborrachaban, también previo pago.

Excuso decirles como nos fue cuando nos hallaron. Hasta el director de la prisión nos llenó de improperios y amenazas, nos decomisaron la cinta de la grabadora, sin pensar que habíamos escondido la buena. Sólo la credencial de los noticiarios de la XDEF, por cierto la primera redacción periodística radiofónica y los colegas que nos esperaban afuera, evitó que hubiéramos sido víctimas de algún exceso. No paramos en la defensa del amigo de primaria hasta que logró su libertad.

Toda esta historia, que gustamos de platicarla en las tertulias entre colegas, amigos y familiares, la traemos a colación para afirmar que no nos sorprende la información que publica el diario El Universal en su edición de este domingo.

Al interior de los centros de reclusión capitalinos se encuentran “laboratorios” para modificar drogas que luego se venden, a través de grupos de narcomenudistas, a la propia población penitenciaria e inclusive se exporta a adquirientes del exterior.

Con la recién creada Unidad Canina K9, integrada por siete perros, se han llevado a cabo decomisos de droga en los que se han encontrado, en las celdas, básculas grameras e insumos para “cortar” o “cocinar” la cocaína.

Lo único que ha cambiado es el grito de los vendedores: “la cocaaaa, la piedraaaa, la motaaaaa, qué te vendooo”, como lo constató El Universal.

Ésta, es apenas una parte de esa corrupción imperante que nos atosiga y que como nunca antes se ha agudizado en todo el país.

Periodista y escritor. En teodoro@libertas.com.mx y felapvicemex@hotmail.com  agradeceré sus comentarios y críticas. En vivo, de lunes a viernes a las 20:00 horas, tiempo del centro, en las frecuencias en toda la República de Grupo Radio Fórmula. En la ciudad de México, en el 14 70  de A. M. Le invitamos a visitar: www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.mx, www.clubprimeraplana.com.mx

No hay comentarios:

Publicar un comentario