domingo, 26 de septiembre de 2010

Bicentenario: Pobreza e Incertidumbre

Durante la ceremonia conmemorativa por el Bicentenario de la Independencia, en la UNAM, el rector JOSE NARRO ROBLES, dijo que la libertad en México aún es incompleta y las leyes no moderan opulencia, ni corrigen la indigencia, a 200 años del inicio de la lucha de Independencia.

Luego de dos siglos, destacó el rector, continuamos en deuda porque las demandas de entonces permanecen sin respuesta integral. “Siguen abiertas las heridas sociales; la desigualdad no es un problema vinculado con la falta de crecimiento, sino con la inequidad en la distribución del ingreso”. Hoy, México no debe crecer en beneficio de unos cuantos.

Subrayó que para desgracia del país, ni hemos mejorado sustancialmente el jornal del pobre, ni tampoco se imparte justicia sin distingos.

Efectivamente, la pobreza extrema a nivel nacional, la crisis económica, ni el sistema judicial, corresponden al requerimiento del pueblo mexicano; además, el estancamiento político y el debilitamiento institucional del Estado mexicano, nos señalan que es demasiado penosa la situación de nuestro país; pero más aún, nos indican que estamos en una ruta muy peligrosa, es decir, en un nivel muy profundo de deterioro.

En la víspera del bicentenario del inicio de la lucha insurgente por la independencia, la secretaria de Estado norteamericano, HILLARY CLINTON, ante el incremento de la narcoviolencia en nuestro país, comparara al México de hoy con la Colombia de los años 80.

La funcionaria estadounidense asume que México ha perdido el control sobre varias zonas de su territorio, y señala que los cárteles del narcotráfico en México y en Centroamérica muestran cada vez más indicios de ser una insurgencia.

En respuesta, el presidente de México, FELIPE CALDERON, rechazó de manera tajante que México esté dominado por narcotraficantes y consideró “muy doloroso” que se le compare con la Colombia de hace 20 años.

El escándalo reside en el alcance de la palabra “insurgencia”. Los diccionarios hablan de “revuelta”, “sublevación” o “levantamiento”, con objeto de remover al gobierno”.

Desafortunadamente, no se puede ocultar que los cárteles del narcotráfico han suplido en varias regiones del país a las autoridades, usurpan labores esenciales del Estado como el cobro de impuestos y la seguridad; que estamos en una coyuntura en donde se ha incrementado número y nivel de funcionarios y políticos asesinados; y más aún, ante el uso de granadas y carros bombas que impactan a la sociedad civil.

De este modo, no podemos decir que a HILLARY CLINTON, no le hace falta razón: una funcionario estadounidense de ese nivel, que fue esposa de un presidente y candidata al Ejecutivo, no comenta lo anterior sin información.

La pregunta es: ¿insinúa, por lo tanto, que la “solución” debe ser la misma que Estados Unidos propuso para Colombia, es decir, la intervención directa de las fuerzas armadas del país vecino en contra de los criminales?

Sin duda, existe la tentación entre algunos sectores en México de admitir sin objetar esa alternativa. Sin embargo, ante ello, la mayoría de los mexicanos jamás aceptaríamos la pérdida de soberanía que significa la ayuda de un Ejército extranjero en las labores de seguridad interior, sin importar lo deteriorado de nuestro Estado.

Nos corresponde revertir ese riesgo mayor: exigir la desmilitarización del país y convenir una estrategia integral para el rescate de la sociedad y de la nación. La decisión no aguarda.

gviloria@imagenpolitica.com

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