domingo, 5 de septiembre de 2010

Servidores con compromiso

Señala la norma que la función pública es una actividad de interés general que tiende a la satisfacción de las necesidades colectivas; por lo que el desempeño de un empleo, cargo o comisión en el servicio público representa, en nuestro Estado de Derecho, una de las más elevadas responsabilidades sociales.

Este encargo recae en los servidores públicos quienes, en la práctica- la deben traducir en el cumplimiento eficaz de las funciones que tienen encomendadas. Sin embargo, cuántas veces –desafortunadamente- hemos observado que esto no es así.

¿Por qué? Porque nadie puede virtuoso o feliz por disposición de la ley o por mandato judicial. El hombre es libertad, y en ésta, va a tener una capacidad de autocreación. No podemos rehusar que somos los autores de nosotros mismos.

Ahora bien, en éste crearnos, para ser mejores, tenemos que hacer nuestros determinados valores que –independientemente de credo religioso o político- la conciencia colectiva considera como superiores, entre otros: servir con el mayor entusiasmo y entrega en el trabajo.

En este sentido, como expresó alguna vez la poetisa chilena, Premio Nobel de Literatura, GABRIELA MISTRAL,
“No sólo se hacen méritos ni se es feliz con los grandes trabajos”.

Plasmo ésta reflexión porque, cuando al llevar a mi menor hija VERANY, a realizar su trámite para obtener su permiso para conducir automóvil, tuve la gratísima oportunidad de constatar la alegría de servir con compromiso de quienes conforman la Jefatura de Licencias Toluca, dependiente de la Secretaría de Transporte del Gobierno del Estado de México.

Ahí, desde quien atiende de inicio, hasta quien entrega la licencia -en este caso, un adulto en plenitud con suave gesto espiritual- don MAXIMO BERNALDES; cruzando, entre otros, con FEDERICO LARA GARCÍA, hasta quien ejemplarmente conduce a este intachable equipo de trabajo, el jefe de Licencias: RAUL FRANCISCO MARTINEZ SANCHEZ, son ejemplo para la sociedad en el desempeño de su servicio.

Además, mientras esperaba, RAUL MARTINEZ, me refirió con orgullosa pasión, las bondades de la nueva licencia de conducir “Bicentenario”. Así supe, del seguro de vida contra accidente automovilístico, que opera a nivel mundial; de los beneficios adicionales como: envío de ambulancia terrestre, incluido el de emergencia médica, así como el servicio integral de asistencia vía telefónica, comprendida la asesoría legal.

A la luz de los planteamientos aquí vertidos, puedo afirmar –sin lugar a dudas- que los integrantes de esta Jefatura de Licencias, son un notable referente de confianza, respecto a la calidad de servicio a la sociedad.

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