domingo, 19 de septiembre de 2010

Somos Mexicanos de Tiempo Completo

Llegó septiembre y, al pergeñar este texto, nada parecía que fuera diferente a otros años a pesar de los inconexos y costosos planes del gobierno federal para conmemorar el bicentenario del inicio de la guerra de Independencia.

De acuerdo con las crónicas y documentos de hace un siglo, dos meses antes de que estallara la Revolución el gobierno de Porfirio Díaz celebró con actos todos los días el primer centenario del Grito de Dolores, porque los organizó bien y con años de antelación.

Por ejemplo, en 1877 fue hecha la convocatoria para construir la Columna de la Independencia, en 1902 se colocó la primera piedra, y el 16 de septiembre de 1910 fue puntualmente inaugurada, mientras que ahora el presidente se quedará con las ganas de entregar -porque no estuvo a tiempo o no estará nunca- el “moderno monumento” en el Paseo de la Reforma que -prometió- “legaremos a las generaciones del mañana”. Y del Parque Bicentenario en la antigua refinería ’18 de Marzo’, poco se ha vuelto a saber.

Y sólo estamos comparando los festejos, porque discutir sobre las innegables desigualdades, la explotación y la entrega del país al capital extranjero durante la era porfirista, sería como escupir al cielo a la luz de la situación actual.

Precisamente porque, según muchos, México está como entonces en varios aspectos, ha germinado por ahí la idea de que nada hay ahora que loar. Tan fuerte han sonado esas voces, que el secretario de Educación Pública expresó su inquietud frente a tal postura porque “revela todo un estado de ánimo, a veces una mezquindad entre los mexicanos”.

También, aunque anónimo y pésimamente redactado, como todos los documentos de su especie, circuló por el correo electrónico una autodenominada “interesante propuesta” para que el próximo 15 de septiembre “no haya Grito! sino un silencio de protesta!”, y “Que por primera vez en la historia de este país, el grito de independencia y libertad sea un gran silencio de inconformidad y disgusto” por la inseguridad que existe en el país y la manera como se le combate.

Es difícil augurarle éxito a esa iniciativa que, empero, es sintomática del “estado de ánimo” señalado por el funcionario. Porque aún con el enojo que pueda tener la ciudadanía contra sus autoridades nacionales o locales, en la noche del 15 de septiembre tal vez se llenarán los zócalos de casi todo el país, pues esas son ocasiones para el fervor, la fiesta, el relajo y el baile. Tristemente, no lo harán Ciudad Juárez, Guadalupe y tal vez otros municipios de Chihuahua amenazados por los criminales, ya que cancelaron las ceremonias públicas para no exponer a la población.

Este año el presidente dará dos veces el Grito: una desde el Palacio Nacional el día en que lo instituyó Porfirio Díaz (15 de septiembre a las 23 horas), y otro en el lugar y fecha en que lo hizo realmente Miguel Hidalgo en 1810: a las seis de la mañana del día 16, en Dolores, Guanajuato.

“Demos el grito y festejemos (si hay algo que festejar) en nuestras casas con amigos y familiares y al desfile ni pararnos por ahí”, fue en cambio la invitación recibida por correo electrónico, en tanto que para el titular de la SEP, “la mayoría aplastante estamos convencidos (de) que tenemos mucho que festejar” en las plazas públicas.

Lamentablemente no está en la página bicentenario.sep.gob.mx el programa de actividades conmemorativas (tampoco se sabe cómo festejará el gobierno el centenario de la Revolución, o si lo hará), tal vez porque habrá casi lo mismo de siempre -con varios gobernantes extranjeros invitados- y nada monumental como en 1910, cuando hubo tanto derroche en ceremonias, inauguraciones y fasto desde el 1 de septiembre.

Eso sí, muy notorio, el hecho de que autoridades de los tres niveles de gobierno han bautizado con la palabra “bicentenario” cuanto se les ha ocurrido de la obra pública y actividades diversas, que de cualquier manera están obligadas a llevar a cabo.

A pesar de todo, digamos con orgullo “Viva México” todos los días, porque no somos mexicanos de 15 de septiembre, sino de tiempo completo.

PD.- Lea usted en http://bicentenario.com.mx/?p=10058, cómo celebró el gobierno de Álvaro Obregón el centenario de la consumación de la Independencia en 1921. Penurias, siempre penurias. (antonio.aspiros@gmail.com)

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