martes, 8 de febrero de 2011

"Pa' los políticos del Jaral, empresarios de allá mesmo"

Dos hechos sin aparente conexión pintan con una pincelada al país. Por un lado, los políticos y del otro, los empresarios.

A unas cuantas semanas de dejar la gubernatura de Guerrero, Zeferino Torreblanca, quien antes fue líder empresarial, asusta:

"Los políticos son presa fácil de las bocanadas del dinero", por lo que justifica que la ciudadanía los acuse de "mentirosos y simuladores", ya que han convertido a los partidos en negocios que sólo buscan ganancias y utilidades para repartirse el botín.

Ante el evidente éxito de la alianza entre partidos aparentemente adversarios, Torreblanca dice que"sólo sirve para ganar elecciones, pero no da resultados para gobernar".
Gobernar, ¿quién piensa en esa utopía?, es pregunta obligada.

El propio gobernador de uno de los estados más pobres y atrasados del país, da la respuesta:
"El pragmatismo está por encima de los ideales. No hay convicciones, se han perdido; se desdibujan los ideales, los principios y hoy es retórica, es pragmatismo y es búsqueda del poder. No hay ideales."

Son, dice Torreblanca de los partidos políticos, "S.A. de C.V" en los que sus accionistas se unen para lucrar o para obtener utilidades. ¿Cuál es la utilidad?, pues el reparto del botín, el reparto de los puestos... si usted no cae en la gracia de los dueños de las patentes (las siglas de los partidos), usted no es político.

El gobernador saliente de Guerrero es jalisciense de nacimiento, estudió contaduría pública en el Tecnológico de Monterrey, fue líder empresarial en Acapulco, de donde saltó al PRD de Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo y Andrés Manuel López Obrador para ser presidente municipal del puerto y luego gobernador.

Advierte que, con la estructura política actual, México está condenado al subdesarrollo en todos los ámbitos.

"Un país tan extraordinario que siga secuestrado por una clase política, desde mi punto de vista limitada y mediocre, convenenciera y centrada en sus interés fundamentales y no los intereses de México."

De los actuales líderes del PRD dice que "los corrompió el mismo sistema. Ya no hay convicciones y hablémoslo con todas sus letras, aunque no les guste... los corrompió el propio sistema... fue un proceso de descomposición... y es lo que hemos hecho: engañar a la gente permanentemente, utilizar el discurso de los pobres, utilizar el discurso de los que no tienen para hacer negocios pingües. Esa es la realidad."

DE ALLÁ MESMO
Del otro lado, están las empresas. Algunos de sus dirigentes se mimetizan con el tipo de político al que dibuja tan crudamente el gobernador de Guerrero.

Para prueba, basta referirse a la polémica acerca de la venta de comida chatarra, a la que bien podría llamársele también "pirata" o "chafa", en la que las grandes empresas no sólo se impusieron a las autoridades de las secretarías de Educación Pública y de Salud, a las que convirtieron en sus publicistas.

"Jumex es alimento líquido, recomendado por la SEP y Salud en las escuelas", y como esa la emplearon también otras empresas productoras de papitas, churritos, aguas azucaradas para engatusar a la autoridad y seguir obteniendo grandes utilidades, sin importar que con esa dieta, el país está condenado a tener ciudadanos manipulables, sin educación, gordos de harina y sin ánimo para reclamar no ya sus derechos, ni siquiera los de sus hijos.

Karla Ávila Jiménez y Lorena Cerdán Torres, directoras del Consejo de Autorregulación y Ética Publicitaria (¿) y del Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo, respectivamente, que representan a las grandes empresas como Bimbo, Sabritas, Barcel, Coca-Cola, Pepsi Cola, Jumex o Danone, aseguran que sus nuevos anuncios "sirven para informar y orientar a los padres de familia qué productos cumplen con la nueva normatividad".

Hasta ahora, sólo Jumex, Barcel y Boing utilizan la "recomendación" de la SEP y Salud como aval de sus productos, pero hay la posibilidad de que más de 700 productos altamente procesados puedan ofrecer en su publicidad este aval de las autoridades educativas y de salud, lo que refleja el sometimiento de la autoridad a las estrategias comerciales y mercadológicas.
Tanto en los políticos como en las empresas y sus propietarios y empleados, todo esto es legal, pero también es inmoral, de ahí que "pa' los toros del Jaral, los caballos de allá mesmo".

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